En las últimas semanas se ha hablado mucho del llamado Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) en México. Algunos medios aseguran que será una competencia directa para el Canal de Panamá. Pero, ¿es eso cierto? La respuesta es mucho más simple de lo que parece: no lo es, y no lo será en mucho tiempo.
¿Qué es el CIIT y qué promete?
El CIIT es una iniciativa del gobierno mexicano que busca conectar los océanos Pacífico y Atlántico a través de una línea de tren. El recorrido es de unos 300 kilómetros, entre Salina Cruz y Coatzacoalcos. La idea es mover carga de un puerto a otro por tren, en lugar de usar rutas marítimas como el Canal de Panamá.
Dicen que esto podría ser una alternativa al Canal. Pero la verdad está en los números.
Capacidad: Una diferencia masiva
El CIIT planea mover 300,000 contenedores al año en su fase inicial. El Canal de Panamá, incluso en medio de crisis climática, movió más de 14 millones en 2023.
Un solo barco que cruza el Canal puede llevar 14,000 contenedores. El tren mexicano, con suerte, puede mover 822 al día. Es decir, un solo tránsito del Canal equivale a más de 17 días de tren.
Imagínalo así: el Canal es una autopista de 20 carriles sin semáforos. El CIIT es una calle angosta con cruces y tranques.
Más tiempo, más costo, más riesgo
Mover carga por el CIIT no es simplemente bajar de un barco y subir al tren. Se necesitan al menos seis maniobras logísticas:
- Descargar del primer barco.
- Transportar al tren.
- Cargar el tren.
- Cruzar los 300 km.
- Descargar del tren.
- Subir a otro barco.
Cada uno de esos pasos cuesta tiempo, dinero y aumenta el riesgo de daño, pérdida o retraso. Por eso, el costo total por contenedor es entre 3 y 4 veces más caro que cruzar el Canal de Panamá.
¿Y entonces por qué tanto ruido?
Porque todo gran proyecto necesita publicidad. Y México apuesta a que el CIIT impulse el desarrollo industrial de su región sur. Eso está bien. Pero decir que es competencia directa del Canal de Panamá es como comparar un triciclo con un avión de carga.
Hay espacio para todos, y el mundo necesita más rutas. Pero también necesita entender la diferencia entre un sueño y una realidad comprobada.
¿Debemos preocuparnos?
No. Panamá debe seguir modernizando y fortaleciendo su Canal, cuidando su agua, y comunicando con claridad su valor. El mundo sabe que cruzar por Panamá es más rápido, más barato y más confiable.
Y aunque hay que vigilar cómo evoluciona el comercio, hoy por hoy, el Canal sigue siendo el rey del transporte entre océanos.